Primer día en Nueva Orleans. Nos montamos en el bus escolar, el de las pelis. Aparecen las primeras casitas de madera, también como las de las pelis, y yo acordándome de mi madre, a la que tanto le gustan. Todo parece ficción, pero no, es real!
Para continuar con todos estos pedazos de vida Americana, tenemos la suerte de presenciar uno de sus grandes espectáculos, las animadoras! Giros, saltos, volteretas y todas las acrobacias que uno se pueda imaginar. Qué espectáculo!
La gente, encantadora. Nos acogen con alegría y amabilidad y hacen que todo sea mucho más fácil. Somos el centro de atención. Todo son preguntas para nosotros, y cómo no, tiene que salir el tema del fútbol! La verdad, todo va como la seda de momento. Ojalá siga así.
Además, por fin comida casera. Qué bien sabe y cuanto se echa de menos cuando una no la tiene!
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